viernes, 3 de junio de 2011




La lujuria fue el motivo del primer beso, luego la pasión hizo acto de presencia para el segundo beso.
Aquella noche por la ventana entraba un fresco aire que hacía tranquilizar la piel ardiente de los amantes.
A la mañana siguiente todo se había ido con el viento y como si no hubiera ocurrido volvieron cada uno a sus vidas.