martes, 26 de enero de 2010

Llegar hasta el cielo




Iba gritando mientras no paraba de correr de un lado para otro con los brazos abiertos. No gritaba de miedo, sino de sentir la libertad que en aquellos momentos le invadía su cuerpo después de tantos años.

domingo, 24 de enero de 2010

GRACIAS




Bendito el lugar y el motivo de estar ahí
bendita la coincidencia.
Bendito el reloj que nos puso puntual
ahí bendita sea tu presencia.
Bendito Dios por encontrarnos en el camino
y de quitarme esta soledad de mi destino.

Bendita la luz,
bendita la luz de tu mirada
bendita la luz,
bendita la luz de tu mirada
desde el alma.
Gloria divina de esta suerte,
del buen tino,
de encontrarte justo ahí,
en medio del camino.
Gloria al cielo de encontrarte ahora,
llevarte mi soledad
y coincidir en mi destino,
en el mismo destino.

Bendita la luz,
bendita la luz de tu mirada
bendita la luz,
bendita la luz de tu mirada.

Bendita mirada,
bendita mirada desde el alma.
Tu mirada,
bendita, bendita,
bendita mirada,
bendita tu alma y bendita tu luz.
Tu mirada,
te digo es tan bendita
tu luz amor.
Y tu mirada
Bendito el reloj y bendito el lugar,
benditos tus besos cerquita del mar.
Y tu mirada, oh, oh.
Amor amor, qué bendita tu mirada,
tu mirada amor.



http://www.youtube.com/watch?v=9voeeuhWQpU

jueves, 21 de enero de 2010

CRUCE DE MIRADAS



La tarde era lluviosa, no iba con prisas ya que caminaba hacia ningún lugar, despacio, con la mirada perdida entre los charcos. Me mojaba y no me importaba, tampoco me importaba coger un resfriado, eso era lo de menos.
La gente iba y venía cada uno con sus preocupaciones y de vez en cuando me miraba alguien de forma extraña al ver que no me importaba que estubiera empapada.
Alcé la mirada y ví lo que menos me esperaba, estaba allí. Nos cruzamos y nuestras miradas se encontraron. Ninguno nos paramos, ¡no podía creerlo!Pero todo se detuvo en el momento que escuche su voz, un gran escalofrío me recorrió todo el cuerpo:
-¿No tienes miedo del agua?- me dijo
Sin girarme le contesté:
-No. Me gusta el agua. Me gusta sentirla, prueba.
Él apartó su paraguas y con las manos abiertas y mirando al cielo me preguntó:
-¿Entonces de que tienes miedo?
Me giré, vi como el agua le mojaba la cara, tenía una sonrisa.
-Tengo miedo al pensar que nunca podré probar tus labios.
Su sonrisa pronto cambió,tenía una expresión de sorpresa. Me miró y se acercó lentamente hacia mí.
- Pues ya no tienes porque tener miedo.-me dijo.
Y antes de poder decir palabra me besó. Sentí lo que nunca podía haber imaginado. Sus labios eran tiernos. Su beso fue dulce, suave y me pareció eterno. Me acarició la cara y sonrió.
-Yo tampoco tenía miedo al agua.-me confesó



martes, 19 de enero de 2010

UN LUNES CUALQUIERA



Respirar hondo y sentir la suave brisa primaveral.
Notar como el aire se lleva todos tus problemas.
Oler la hierba y poder tumbarte sobre ella.
Que el sol acaricie tu piel.
Escuchar los pájaros cantando.
Ver todos los colores de las flores y camuflarte en ellas.

Me gusta la primavera.
Sentirme libre aunque solo sea por unos momentos.

viernes, 15 de enero de 2010

Solo una mirada...



http://www.youtube.com/watch?v=0NQKGj0ihus

jueves, 14 de enero de 2010

Uk y recuerdos




El saber que hay que volver a la rutina, en volver a tu verdadera realidad fastidia bastante. Pero todo esto enseguida se olvida pensando en los bueno momentos que has vivido en el viaje: las risas, las charlas, las novedades...y la gente, sobretodo a toda esa gente que he conocido y que me lo he pasado genial con ellos.

miércoles, 13 de enero de 2010

COMO AGUA PARA CHOCOLATE



"-Como ve, todos tenemos en nuestro interior los elementos necesarios para producir fósforo. Es más, déjeme decirle algo que a nadie le he confiado. Mi abuela tenía una teoría muy interesante. decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encerder solos, necesitamos, como en el experimento, óxigeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del alimento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiemo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo. Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo.
¡Qué ciertas eran esta palabras! Si alguien lo sabía era ella.
Desgraciadamente, tenía que reconocer que sus cerillos estaban llenos de moho y humedad. Nadie podría volver a encender uno solo.
Lo más lamentable era que ella sí conocía cuáles eran sus detonadores, pero cada vez que había logrado encender un fósforo se lo habían apagado inexorablemente.
John, como leyéndole el pensamiento, comentó:
-Por eso hay que permanecer alejados de personas que tengan un aliento gélido. Su solo presencia podría apagar el fuego más intenso, con los resultados que ya conocemos. Mientras más distancia tomemos de estas personas, será más fácil protegernos de un soplo.-Tomando una mano de Tita entre las suyas, fácil añadió-: Hay muchas maneras de poner a secar una caja de cerillos húmeda, pero puede estar segura de que tiene remedio.
Tita dejó que una lágrimas se deslizaran por su rostro.
Con dulzura John se las secó con su pañuelo.
-Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno a uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestro ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alama desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte..."